Los terrenos donde se levantará el nuevo complejo de investigación e innovación del Mercat del Peix no fueron urbanizados hasta 1888, con motivo de la celebración ese año de la Exposición Universal de Barcelona, ​​el primer gran evento de proyección internacional que se organizó en la ciudad y que supuso una importante transformación urbanística de la ciudad y, en particular, del parque de la Ciutadella y de su entorno.

Uno de los edificios secundarios de la Exposición fue la Galería de Máquinas, obra de Adrià Casademunt i Vidal, que se construyó en el límite perimetral del recinto, y donde los visitantes pudieron contemplar una amplia muestra de la maquinaria más avanzada de finales del siglo XIX, con una destacada presencia de máquinas locomotoras de ferrocarril. El edificio, de ladrillo visto, se construyó según los criterios de modernidad del momento, con tres naves cubiertas por una estructura metálica de hierro.

Fachada de la Galería de Máquinas

Interior de la Galería de Máquinas durante la Exposición Universal de 1888.

Una vez terminada la Exposición, la Galería de Máquinas fue parcialmente derribada y se vio afectada por el nuevo trazado de la calle Wellington. Unos años después, en 1931, fue elegido como el emplazamiento adecuado para acoger el mercado mayorista de pescado, que hasta entonces no tenía ninguna sede permanente en la ciudad.

El primer edificio del Mercat del Peix.

El recinto fue objeto de una importante reforma y ampliación aprobada en 1947, que tardó en realizarse. Por último, el 18 de julio de 1953 se inauguró el nuevo Mercado Central de Pescado, que contaba con una superficie de 4.500 m2 y una cámara frigorífica de 1.600 m3, con una altura de techo de 3,5 metros. 

El nuevo recinto incorporaba también la instalación de agua salada, muelles de descarga y oficinas para los gremios. Desde el exterior, el aspecto era austero y presentaba un conjunto de naves con secciones de techos abombados, sobre los que destacaba una pequeña torre en uno de los extremos, donde figuraba el nombre del mercado bajo un escudo de la ciudad.

El Mercado Central de Pescado, después de la ampliación.

El Mercado Central de Pescado cerró sus puertas la noche del 3 al 4 de octubre de 1983, cuando fue trasladado a las nuevas instalaciones de Mercabarna, en la Zona Franca. Durante un tiempo, el edificio sirvió de depósito municipal al que iban a parar los vehículos robados, abandonados o bajo custodia judicial.

Por último, el edificio fue derribado en 1992 con motivo de la construcción de la Villa Olímpica y la urbanización del entorno. Desde 1996 hasta la fecha, el solar ha sido ocupado por un aparcamiento público al aire libre, gestionado por la empresa municipal B:SM.